LA CASITA DEL PESCADOR
Mª Mercedes Rodrigo Almendres
Si hacemos
un breve estudio de la nomenclatura de nuestras calles, veremos como la mayoría
de ellas nos llevan a la época de los gremios. No es de extrañar, por lo tanto,
que al lugar donde los laneros lavan sus lanas, se le de el nombre de
Lavadores.
Está esta
calle situada en el Barrio de San Pedro de la Fuente, al finalizar el Paseo de
los Cubos. Comienza en el Paseo de la Isla y sube por la cuesta que enlaza con
la calle Francisco Salinas.
Es en esta
calle con reminiscencias medievales, donde se levanta “La casita del pescador”,
conocida también con el nombre de “La quinta Tomé”. Habitaba dicha finca, Don
Antonio Tomé y su familia, era éste un poderoso industrial burgalés dedicado al
comercio de la lana y de quien descienden por línea materna los Condes de
Liniers, los cuales han vivido durante muchos años en el palacio colindante,
hasta que este fue adquirido por el contratista D. José Manuel Ortega, que
actualmente vive en él.
Don Antonio
Tomé había heredado de su padre una incalculable fortuna, y se dice de él, que
fue el mayor comerciante de lanas que había, y no sólo en la ciudad, sino
también fuera de ella.
Llegó a
ocupar numerosos cargos; entre otros el de Prior del Real Consulado de Burgos.
A él debemos la estatua del rey Carlos III que se levanta en la Plaza Mayor,
quien la costeó para agradecer así al Rey todas las prebendas que le había
otorgado. La estatua en bronce, fue realizada por Domingo Urquiza y se inauguró
el 26 de julio de 1784 en presencia de todas las autoridades de la ciudad, tanto
eclesiásticas como civiles; habiendo pagado por él 160.000 reales.
La casa a la
que nos referimos es una magnífica construcción de piedra con hermosos balcones
y rejería, como aún podemos apreciar, pues fue restaurada acertadamente por el
Sr. Mélida. Un balcón da al Paseo de la Isla y el resto, así como la entrada
principal, a la citada calle Lavadores, encontrándose justamente enfrente del
Centro de Salud “Los Cubos”.
Don Antonio
tomé estuvo casado con Dña. María Ana Hernández de Olabe y murió en nuestra
ciudad el 7 de marzo de 1797, fue enterrado en la capilla de los Reyes de la
desaparecida iglesia de San Francisco, dejando toda su fortuna a su hijo Luis
Tomé, quien se la legó a sus herederos entre los que se encontraban los Condes
de Liniers; los cuales no hace muchos años se la vendieron a la familia
Garilletti, que actualmente vive en ella. Durante algunos años y regentada por
esta familia estuvo instalada en ella una sala de fiestas llamada “La finca”,
que tuvo mucho éxito entre la juventud burgalesa.
No sabemos a
ciencia cierta porqué esta casa recibe el poético nombre de “Casita del
Pescador”, pero es fácil imaginar que pudiera deberse a algún criado de la familia
Tomé que se dedicara a la pesca; cosa muy común en aquella época, ya que el
Arlanzón gozaba de fama por sus cangrejos, truchas, tencas y bogas; y eran
muchos los vecinos del barrio que se dedicaban a tal menester, vendiendo luego
la pesca por las casas; aún hoy los más ancianos del barrio recuerdan con
nostalgia a los pescadores gritando su mercancía por las calles, cargados con
enormes cestas de mimbre, tapados con juncos y sacos para conservarla más
fresca.
Bucólica
escena esta, que ya no podremos contemplar, pero queremos hacerla constar para
conocimiento de cuantos nos sigan en este duro bregar por la vida y como
nosotros sepan admirar y amar algo que nos legaron nuestros antecesores.
![]() |
Calle Lavadores, se desconoce autor y fecha, pero la custodia el Archivo Municipal dentro de su Proyecto de Recuperación de la memoria gráfica de Burgos |
Este artículo salió publicado en el número 13 de la revista "Detrás de la Muralla" en mayo de 2002
Si quieres volver a leer otras historias de aquí, entra en el archivo: