Desde la biblioteca de Capiscol…
Burgos:
último convento fundado por Santa Teresa
Esta quincena queremos recordar a una gran santa, escritora y mística. Una mujer de gran personalidad y determinación que es conocida, además de su faceta de escritora, por reformar la Orden del Carmelo femenino y fundar varios conventos de esta congregación, el último de los cuales fue el Convento de San José de Santa Ana, de nuestra ciudad. Hablamos de Santa Teresa de Jesús (Ávila 28-03-1515 – Alba de Tormes 15-10-1582).
Teresa fue la tercera hija que tuvo Alonso Sánchez de Cepeda con su segunda mujer, Beatriz de Ahumada, con quien se casó tras enviudar. Desde pequeña era muy aficionada a la lectura, de muy diversos géneros: libros de caballerías, vida de santos, poesías…
Y en seguida sintió la llamada a la vocación religiosa. Al
no obtener el consentimiento paterno,
abandonó en secreto la casa familiar para ingresar en el convento carmelita de
La Encarnación.
Muy
pronto tomó la determinación de fundar nuevos conventos donde se viviese de
modo ejemplar la vida monástica y también de renovar la orden carmelitana, en
la época alejada del ideal inicial de castidad, pobreza y obediencia. Su
primera fundación fue el convento de monjas descalzas de la Antigua Observancia
de la Regla de San José de Ávila en 1562. Cuatro años después recibió la visita
del General de los Carmelitas, quien no solo aprobó esta fundación, sino que
además le dio licencia para fundar otros conventos.
Así
comenzó la magna obra de la “santa andariega”. Siempre con muchas dificultades,
pero con una fe inquebrantable. Tras la fundación abulense, le siguieron Medina
del Campo en 1567; Malagón (Ciudad Real)
y Valladolid en 1568; Toledo y Pastrana (Guadalajara) en 1569; Salamanca en
1570… Y hasta nueve cenobios más hasta que en 1582 Santa Teresa fundó el
Carmelo de Burgos en 1582.
Fue
el padre jesuita Jerónimo Ripalda, quien le animó para que fundase en nuestra
ciudad. Él mismo le puso en contacto con muchos benefactores que le serán de
gran ayuda, como Francisco de las Cuevas, Antonio Aguiar o Pedro Manso, y, sobre
todo, Catalina de Tolosa. A los oídos de Santa Teresa llegó la fama de ciudad
solidaria que era Burgos. La ciudad contaba con hospitales de peregrinos como
los del Rey o San Juan, o para asistir a los más pobres, como el de la Concepción.
Todo ello unido a la pujanza de nuestra ciudad en la época, animó a la santa a
fundar en nuestra ciudad.
Santa
Teresa llegó a Burgos a la edad de 67 años a finales de enero, con frío,
lluvias y niebla. Lo primero que hizo fue rezar ante el Cristo de Burgos, que entonces estaba en los
Agustinos. Una vez embarcada en la fundación recibió todo el apoyo del pueblo y
del concejo, pero no del Obispo, Don Cristóbal Vela y Acuña, que precisamente
era también abulense y puso muchas objeciones a su proyecto.
Tras
efectuar la compra de la casa y resolver varios litigios sobre la forma de
sostenerse económicamente, el convento fue bautizado con el nombre de “San José
de Santa Ana”. Precisamente sus escrituras se firmaron el 19 de marzo, santo
por el que la santa sentía una gran devoción. Su inauguración tuvo lugar
justamente un mes después, en el mes de abril. Teresa permaneció con sus monjas
hasta el mes de julio, como era su costumbre de dejar lo mejor posible
instaladas a sus hermanas.
Eligió
su celda en la parte más fría del convento. Hoy, en lo que era su celda,
alberga dos tesoros: una talla del gran escritor Gregorio Fernández que
representa a la santa abulense con un libro y una pluma en las manos y un
retrato de Cristo que la santa pidió que hicieran después de una de sus
visiones. Jesús aparece con las manos abiertas y ofrecidas, así como el rostro
doliente.
En su fundación de Burgos Santa Teresa concluyó su libro “Las Fundaciones” y escribió las cartas que serían prácticamente las últimas de su vida.
En
Julio de 1582 Teresa partió para Valladolid y recibió el encargo de acudir a
Alba de Tormes a acompañar a la Duquesa de Alba, que iba a dar a luz un hijo.
Precisamente en esta localidad Teresa falleció el 15 de Octubre de 1582. La
santa fue beatificada en 1614 y canonizada en 1622 por el Papa Gregorio XV.
Asimismo fue la primera mujer en ser declarada Doctora de la Iglesia en 1970.
El
convento de San José de Santa Ana sigue acompañando a los burgaleses después de
442 años después de su fundación. Gracias a Teresa y a todas sus hijas.
*Fuentes
-Domingo,
Fernando , Por el camino de Teresa en
Burgos. Burgos Ed. Montecarmelo 2015
-archmunburgos.blogspot.com/2014/11/santa-teresa-de-jesus-en-burgos-parte-i.html (Consultado 19/04/24).
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