Compartiendo lecturas

Desde la biblioteca de Capiscol… 

Dos de abril, buen momento para recordar la figura de Andersen

 El 2 de abril se conmemora el Día de la Literatura infantil. Esta fecha es la elegida porque en ella nació en 1805 en la ciudad de Odense (Dinamarca) Hans Christian Andersen.



En sus clásicos cuentos como “El patito feo”, “La pequeña cerillera”, “El traje nuevo del Emperador” o “La sirenita” reina el sentimiento de la compasión y en la lucha por la vida, los triunfadores son siempre los humildes y los pacientes.

 

De origen humilde, hijo de un zapatero pobre y una lavandera, a los 14 años se trasladó a Copenhague para abrirse camino en el mundo del teatro. Tras trabajar de bailarín y corista, fue descubierto por Jonas Collins, que supo apreciar su gran talento y posibilitó que estudiara estudios durante tres años en Slagelse. Su primera obra fue “El niño moribundo”, que alcanzó un gran éxito. Después vendrían otras muchas, como “El improvisador” o “Caminata desde el canal de Holinen hasta la puerta oriental de Amagu”. El éxito le llevó a cultivar la amistad de Dickens, Wagner, Víctor Hugo e incluso a frecuentar el palacio de la familia real danesa. Andersen murió en Copenhague en 1875, a la edad de 70 años.


Viajar es vivir

Andersen fue un viajero empedernido. “Viajar es vivir” es una frase acuñada por él. Sus viajes sirvieron de inspiración para numerosos artículos periodísticos y libros de viajes. El autor danés visitó nuestro país entre el 4 de septiembre y el 23 de diciembre de 1862. Siempre deseó conocer España. 

El exotismo, las costumbres y las particularidades del carácter español atrajeron a gran número de escritores y pensadores del siglo XIX, principalmente europeos, que se lanzaron a recorrer nuestro país y volcaron sus experiencias en distintos libros de viajes.

 Entre otros viajeros ilustres de aquellos tiempos, cabe destacar a Alejandro Dumas, Washington Irving, Teófilo Gautier o Víctor Hugo.

 


Y Andersen llegó a Burgos

               Burgos fue una de sus últimas estancias en su recorrido por nuestro país. Venía procedente de Madrid y después partió hacia Vitoria. Llegó en pleno mes de de diciembre y una gran nevada cubría la ciudad. Lo primero que divisó fueron las espléndidas agujas de la catedral. Se hospedó en la fonda La Rafaela, en la que el viento entraba por los orificios de ventanas y grietas.  La pensión no disponía de chimenea y en estas condiciones tan penosas el viajero estuvo indispuesto. Andersen visitó la catedral “semioculta entre las casas de unas callejuelas, pero grande y magnífica, con sepulturas monumentales y capillas. Como, por ejemplo, la del panteón de la familia Velasco”, la Cartuja de Miraflores y el monasterio de San Pedro de Cardeña, donde descansaban entonces los restos del Cid, una de los mayores atractivos para Andersen.

 

Obras de Andersen en las bibliotecas

 

Hemos seleccionado en este apartado obras menos conocidas de Andersen que podéis encontrar en las bibliotecas de los centros cívicos

 

Título

Localización

Signatura

Viaje por España

Capiscol, San Agustín

J-N AND via

Lo que hace el abuelo, bien hecho está

Capiscol, San Agustín

I POP 44

Totalmente cierto

Capiscol

I CDH 4

El porquerizo

Capiscol, San Agustín

I RAS-C 7

Almendrita

Río Vena

I ZZZ 152

Hans el Patán

Río Vena, San Agustín

I SOP-C 14

Los cisnes salvajes

Río Vena

I SM 12

Los cisnes salvajes

Vista Alegre

I CDH 11

Los novios

Río Vena,  San Agustín

I SOP-C 15

Los saltarines

Río Vena,  San Agustín

I SPO-C 13

La hija del rey de los pantanos

San Agustín

I CDH 8

El compañero de viaje

Vista Alegre

I CDH 3

 

 

 

 

 

 

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